El Huesca jugará en 2ª división!

Sobran las palabras. Ayer Domingo 16 de Junio la SD Huesca finalizó lo comenzado 7 días atrás, y gracias al 1-1 conseguido en Écija consumó su ascenso a la división de plata del fútbol español. Como suele ser habitual, os adjunto la crónica del Altoaragón.
Antes, dos cosas. La primera, un vídeo desde el punto de vista de los más de 130 seguidores que acompañaron al equipo a tierras andaluzas. Impresionante, me pone la piel de gallina cada vez que lo veo.

Y la segunda y más importante, mostrar nuestra indignación ante la afición del Écija. Por supuesto no podemos hablar de todos ellos, pero si de una gran mayoría de animales sin domesticar. Desde esta página deseamos que os quedéis muchos años en 2ª B, que es lo que os merecéis. La puntilla la puso el energúmeno que golpeo a Roberto durante el partido. Como ejemplo, cuando algo similar ocurrió en el campo del Betis, el resto de aficionados fueron a por ese tipo. Ayer en cambio, no pareció molestar lo más mínimo al personal.

El Huesca se da un baño de gloria
Los azulgranas capearon el temporal ecijano y Roberto provocó el delirio en el minuto 94

El Huesca tocó ayer el cielo en la tarde más gloriosa de su historia. Por eso, por el merecido ascenso a Segunda División, la crónica, los sistemas, la estrategia y hasta los errores de los jugadores quedan en segundo plano y sólo se pueden escribir lisonjas para glosar la batalla que libraron los azulgranas -ayer de blanco y verde, que nunca pierde- en el infierno ecijano. Lo importante se había logrado y lo demás era pecata minuta.

ÁRBITRO: Víctor Manuel González, del colegio castellano-leonés. Le pudo el ambiente y tiró para casa, con dos líneas que también se sumaron a la causa. Imperdonable permitir todo lo que le tiraron a Eduardo y los golpes a Roberto en la banda. Amonestó a toda la zaga del Huesca: Eduardo, Robert, Corona, Ripa y Dorado, y a este último lo expulsó con roja directa en el 88. Por el Écija, amarillas a Pichardo, Requena y Nolito.

GOLES: 1-0 Minuto 63: Nolito. 1-1 Minuto 94: Roberto.

INCIDENCIAS: Lleno a reventar en San Pablo, con un calor infernal, más de 40 grados, y un fenomenal ambiente que se encargaron de ensuciaron unos cuantos bestias (medio centenar). Fantástico comportamiento de los 150 seguidores del Huesca, que salieron como pudieron de Écija.

ÉCIJA.- El 2-0 de la ida hacía concebir esperanzas de que después de 48 años de trayectoria como SDH (en segunda se jugó del 50 al 52) se podría saborear tan exquisito manjar. Y al final así fue, aunque hubo que sufrir de firme ante un digno rival.

Durante más de una hora de partido, sin grandes apuros pero con poco juego, el Huesca mantuvo el tipo ante los pelotazos de un rival empecinado en buscar a Luna y olvidándose de hacer daño con otros recursos.

Esta estrategia, al Huesca apenas le hacía arañazos, aunque Chechu Dorado estuvo a punto de batir a Eduardo con un cabezazo hacia su portería que salvó como un felino el meta zaragozano. Además, las tarjetas a Ripa y Corona coartaron la intensidad defensiva y arriba Roberto se dejaba la vida contra tres marcadores y sólo hubo una caída de Corona en el área que bien pudo ser penalti (ya tres en una eliminatoria habrían sido demasiado), una falta de Sastre y una triangulación con Edu Roldán disparando a las manos de Zigor.

Al descanso la cosa pintaba bien, San Pablo no rugía, pero falta la mitad del camino. El Écija jugaba a buscar el error que propiciara el primer gol para después lanzarse a tumba abierta, pero el inicio del segundo tiempo fue del Huesca, que merodeó el área rival con más asiduidad.

Entonces, Nogués se la jugó y estuvo a punto de salirle bien, porque la entrada del ex azulgrana David Hernández para jugar con solo tres defensas le dio más mordiente a los azulones. El Huesca fue reculando, Paco ya no tenía tanta frescura en el pivote, el equipo se olvidó del campo contrario y la zaga se desajustó por el flanco izquierdo, donde Ripa y Dorado tenían un tormento con Pepe Díaz. La seguridad de Eduardo mantenía el barco a flote hasta que Nolito encontró la vía de agua para poner patas arriba San Pablo.

El partido estaba donde quería el Écija y el Huesca había perdido las pocas costuras que le mantenían de pie, pero Onésimo estuvo rápido y metió a Castán por Sastre para que echara una mano a Paco y Corona tiró de galones para mantener el entramado defensivo. Sin embargo, a los astigitanos todavía les quedaba gasolina para meter ruido. Corona estuvo providencial en un par de cruces, Ripa salvó un gol que se cantaba y había que multiplicarse para cerrar los caminos al área de Eduardo, aunque con el paso de los minutos los de Nogués se fueron ofuscando y la precipitación jugó a favor del Huesca

Se había capeado el temporal, pero cualquier balón en largo era una amenaza porque el línea se comía los fueras de juego como hamburguesas, la afición local apretaba hasta el cuello de Roberto y la grada azul no dejaba de incordiar a Eduardo.

Pero entonces ya era más el ruido que las nueces y la entrada de Rodri por Roldán abrió un poco más el campo y obligó al Écija a gastar el poco combustible que le quedaba, aunque sembró la incertidumbre con un par de faltas al borde del área en el tramo final.

Para dar mayor dramatismo, el árbitro, mientras su auxiliar miraba para Sevilla y no levantaba el banderín, mostró la roja a Chechu Dorado por una falta que no fue en la que Pepe Díaz se tiró a la piscina mientras en la banda mostraban el cartelón con cuatro minutos de suplicio añadido.

Había que hacer un último esfuerzo y el Huesca recurrió al oficio para enfriar el ritmo y, cumpliendo con la tradición de la temporada, fue quedarse con uno menos y parecer que estaba con uno más. Y siempre que ha sucedido así, salvo en una ocasión, el Huesca nunca ha perdido en inferioridad y ayer tampoco fue distinto porque cuando el choque expiraba Roberto se doctoró con matrícula honoris causa y volvió a demostrar que esta era su temporada.

El pichichi (21 tantos le acreditan) se fajó con dos defensas, les hizo un nudo y en una acción que se ha cansado de repetir en los entrenamientos, agarró un zapatazo con la zurda que se coló por la escuadra. Ni tiempo le dio al árbitro para sacar de centro, pero daba igual porque la gloria ya bañaba de lágrimas los ojos de los seguidores, directivos, jugadores y técnicos del Huesca.

Todos corrieron como posesos a celebrarlo en el exiguo rincón en el que había encerrado a una marea azulgrana más emotiva que nunca, un torrente desbordante que se fue rompiendo en abrazos, lloros de emoción y cánticos para los héroes, mientras alguno sacaba la pañoleta verde para anudársela al cuello.

El Huesca estaba en Segunda y, pese al mal perder de los ecijanos, la felicidad fue tan grande que no la empañaron ni algunos actos que se produjeron fuera del terreno de juego. La alegría llegó como un reguero de ilusión hasta las calles del Alto Aragón, con los vecinos abriendo de par en par sus ventanas para festejar que su equipo ya se puede codear con los rivales del fútbol profesional.

La ilusión que comenzó a germinar el pasado 26 de agosto fue a cristalizar en tierras andaluzas, de nuevo en el Sur. El Córdoba aplazó hace un año el sueño que ahora ya es realidad, aunque me tengo que pellizcar porque casi no me lo creo.

Fuente: Diario del Altoaragón